Ahorra entre un 40% a 50% de la leña que se usa para cocinar en un fogón tradicional.
Elimina el problema del humo en la habitación, protegiendo la salud de la familia.
No tizna las ollas, trastes ni el interior de la vivienda.
Con el mismo combustible que se usa para cocinar, calienta 40 litros de agua durante todo el día, que puede ser usada para el baño de la familia, lavar la ropa, cocinar, etc. Generando un ahorro adicional muy importante.